Bueno. Hoy fue un día muy estresante -¿o será que perdí la costumbre?- Como sea, el panorama no parece se muy amable: me parece una monstruosidad lo que están haciendo con el Ágora. Así comenzó mi día; con una rabieta debida a la nueva techumbre, cuyo costo pudieron haber invertido en deshumidificadores. ¿No alcanza? ¡Solución! Recorten el salario a esos burócratas, ¡No, esperen, mejor recortenlos a ellos! así se matan dos pájaros de un tiro, ¿no?
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En otro asunto, había olvidado -gracias a Dios- la pretensión a la que uno se somete en aquel lugar llamado Universisdad. Me da gusto estar de vuelta, pero como odio a todos esos que se creen no sé que. Por desgracia, mi clase de francés está casi llena de ellos, aunque hay un tipo de Letras Modernas ahí, es pocamadre. Creo que ya hice un amigo más.
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NO VÍ CASI A NADIE HOY, ESPERO TENER MÀS SUERTE MAÑANA